La miel es un humectante natural, lo que significa que atrae la humedad y ayuda a mantener la piel hidratada. La avena, por otro lado, es calmante y ayuda a aliviar la picazón y la irritación, lo que hace que el jabón sea ideal para pieles secas o propensas al eczema.
- Propiedades antiinflamatorias :
La miel tiene propiedades antiinflamatorias y antibacterianas, que ayudan a calmar la inflamación y prevenir infecciones de la piel. La avena, gracias a sus componentes antiinflamatorios, también proporciona un efecto calmante sobre la piel irritada.
La avena es un excelente exfoliante natural. Elimina suavemente las células muertas de la piel sin dañarlas, dando como resultado una tez más radiante y una piel más suave.
- Propiedades antibacterianas y antisépticas :
La miel, gracias a sus propiedades antibacterianas, ayuda a purificar la piel y prevenir imperfecciones, como granitos o puntos negros.
La miel también es conocida por sus propiedades curativas. Puede ayudar a reparar la piel dañada o irritada y mantener su elasticidad.